sábado, 13 de julio de 2013


Debut



Un escenario y un telón cerrado, separan dos mundos plenamente distintos, pero al mismo tiempo semejante por que en ambos se representa la vida; una escenografía plantada arriba de las tablas en quietud, esperando ser vista y  compartir el momento más preciado de la noche. Las luces de la sala aun encendidas, a punto apagarse darán lugar a aquellas mágicas luces, que con tan sólo iluminar el escenario, harán nacer la historia de los sueños.
 Detrás del telón, se encuentran aquellos personajes que han de contar su historia. En ese lugar, ese detrás, está la espera que genera en ellos ansiedad, energía pura, nerviosismo, felicidad, sensación de sentirse realizado aun sin haber comenzado. Cada uno agudiza su oído tratando de identificar voces, con el único fin de saber cuantas personas hay, quienes están, si realmente fueron los que dijeron que iban a ir a verlos, y si están, en que lugar de la sala se encuentran. De esta manera todas las sensaciones y emociones  llegan a su punto máximo.
Las luces de la sala se apagan, saben  que  llegó el momento de contar la historia, no hay mas tiempo para saber quien está y quien no, escuchan una voz diciendo: “por favor apaguen sus celulares”, mientras  la puesta en escena se prende fuego;  es el momento…


“Tomás aire, ya hace un tiempo que tu mente sólo piensa en la situación de tu escena, así entrás en personaje, de cualquier manera las sensaciones siguen presentes y eso sabés que te ayuda a llegar mas rápido a la construcción del personaje y de la historia del mismo.
Entrás a escena y desde ese mismísimo momento hasta el momento en que te bajés por última vez, la emoción y creencia real de estar realizada, y volando sobre una nube, será lo único verdadero que se adueñe de tu espíritu. En este estado, es que esa primera vez hacés un pantallazo al público para ver la ubicaciones de quienes fueron a verte, una vez ubicados, sigues adelante mucho mas tranquila porque ahí están.”



Y el telón se levanta y el silencio todo lo domina y la primera escena como siempre sirve para atrapar al espectador. Desde la primera fila, se escuchan los murmullos de aprobación, estás impecable…se ríen felices, sus caras están exultantes. Te movés con soltura, viviendo el personaje, haciéndolo real.

En un momento, hacés un giro y mirás hacia la platea buscando donde están tus afectos  y una sonrisa se te escapa, ya podés continuar con mas seguridad, no estás sola.
Llega el final y alguien que no puede con su ansiedad empieza a aplaudir antes de tiempo, ganándose  la reprobación por adelantado, pero quien le iba a quitar el privilegio de ovacionar a la mejor, a la que fue  a ver y vio. Luego, todo el público ovacionando tu gran interpretación y los saludos y tu cara resplandeciente, con toda la alegría que te pueda caber en tu carita de niña mujer actriz.

                       Este momento es puramente de la actriz quien empezó a contarlo y lo comparte con su amado quien no estuvo en el teatro pero como buen imaginador sintió haberlo estado y ser en ansioso privilegiado.



                                                          

                                                                                        asheclownhualot

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