sábado, 13 de julio de 2013

Cambio de costumbre


Cambio de costumbres

Despertar y darse cuenta que hay un nuevo día por venir. Levantarse y comprobar que las piernas lo siguen sosteniendo. Caminar y llegar hasta el baño para mear y luego lavarse la cara, cepillarse los dientes y verse la cara nuevamente… grandioso…todo funciona.  Afeitarse antes de desayunar y quedar listo para un baño que saque todo resto de modorra. Vestirse para la calle, para la jungla que se ve apenas se abre la puerta de salida. Salir sin desayunar  y hacerlo en el bar de la esquina, donde tienen esas medialunas  tan ricas y ese café diferente a todos, luego de haber tomado el diario en la esquina. Sentarse cómodo, hacia la calle, con buena luz y comenzar a ojear el diario, único lazo con el mundo, pequeña libertad antes de entrar al laburo. Nada distinto de ayer, ni de la semana pasada, ni del último año, ni de toda su historia. Todo mantiene una uniformidad admirable: Los ricos más ricos son cada vez menos y los pobres más pobres cada vez son más, y  la justicia sigue siendo aplicada a los de más abajo. Y al final la única verdad es que todos vamos a parar al mismo lugar, aunque sea en cajón de manzana o en cubículo de oro. Ya no queda tiempo, todo está medido en esta vida y salirse de lo acotado es quedarse a la deriva, o caer en el hoyo.
Son tres cuadras y el subte. El diario doblado bajo el brazo, escalera y a esperar el  siguiente. Es la hora más jodida, “viajar como sardinas, pero vivos”, de dónde era eso?
Son cinco estaciones y el gran escape, escalera y todo el cielo, la vida, ese aire tan especial de la libertad, esa sensación de estar enterrado, pero vivo, justito…pero vivo! Y ahora a caminar dos cuadras más y entrar a la estación del ferrocarril. En 15 minutos sale el tren, todo medido, todo a su tiempo. Con la tarjeta cruza el control y se ubica donde siempre, a la espera de llegar a un asiento libre.
Mira ese montón de cabezas, ese ejército que se mueve acompasadamente como una marea y siente un escalofrío, sensación de estar en un hormiguero. Y si hubieran gigantes con una diferencia de tamaño igual que la de nosotros con las hormigas? ¿ Y si de un pisotón…? No, mejor que no, que estupidez!
Consiguió un asiento  del lado de la ventana. Podría leer el diario tranquilo sin que lo molesten los que van parados  y de paso zafar de todos los vendedores que van y vienen ofreciendo variados productos para la dama y el caballero.
Salir de la gran ciudad también es sentir una nueva libertad, ya que van desapareciendo los edificios altos, hasta quedar solo unos pocos y algunas casas de dos plantas y son cada vez más las casas bajas y más los árboles con sus diferentes verdes donde uno puede reposar los ojos con tranquilidad.
Está llegando el tren a la estación y la mayoría termina aquí su viaje. Mucha gente viene hasta aquí de diferentes lugares y no eligen donde quedarse, son las circunstancias y el azar, las que lo determinan.
Mira el paisaje aprendido de memoria, el paredón interminable, las escrituras, algunas  legibles desde lejos, la larga fila de autos en caravana, los puestos interminables a derecha e izquierda, el circo listo para la exhibición.
Él ha notado en los últimos años como ha ido mermando el trabajo. La modernidad ha traído nuevos usos, cambio de costumbres, la gente no respeta las reglas predeterminadas como antes, hoy todo es más práctico, mas higiénico, menos complicado. Total, vivir es complicado, al menos simplifiquemos lo que se pueda. Esto traerá con el tiempo una merma en el trabajo y se despedirán trabajadores, empezando por los viejos pasados de años. Y él tiene años de sobra para jubilarse, pero la fue estirando lo que pudo, pues la jubilación es una mierda y luego, debería buscarse alguna changa, para llegar a tener una entrada digna.
Marca la entrada a las 8 horas y seguirá hasta las 18, si no hay cambios. Va hasta el vestuario, abre su taquilla y comienza a cambiar su vestimenta. Sale vestido con ropa de fajina, gorra, guantes y botas. Junto con sus compañeros llega al pañol a retirar las herramientas y se presentan ante el capataz, para que le den la ruta con los lugares en que tienen que cavar las fosas.
                                                                                                                                                         
                                                                                                           asheclownhualot
                                                                                                              

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